viernes, 19 de octubre de 2018

Competencia para la tutoría en línea

Tutorizar un curso en red es una tarea compleja que requiere no solo el conocimiento específico de los contenidos a trabajar sino también el manejo de una variedad de recursos así como de unas habilidades comunicativas adaptadas a este formato. En la comunicación oral en el aula la retroalimentación es directa. No obstante, en este caso el esfuerzo que se ha de hacer para garantizar una comunicación fluida es mucho mayor, especialmente considerando que puede ser más compleja la detección de los diferentes ritmos de aprendizaje. Este es uno de los puntos en los que me gustaría avanzar.


                                              Licencia de imagen: dominio público. Pixabay

En cuanto a las rúbricas, me gustaría destacar dos que considero de gran interés. Por una parte, el desconocimiento de algunas cuestiones técnicas genera cierto vértigo a la hora de ejercer la tutoría en la enseñanza virtual. Ante la dificultad de potenciar un aprendizaje más profundo de estas cuestiones, considero de vital importancia la búsqueda de recursos que puedan ayudar a solventar los imprevistos técnicos que eventualmente pueden obstaculizar el desarrollo normal del curso. Por otro lado, el desarrollo de contenidos y productos digitales lo entiendo como uno de los elementos centrales, a la vez que es una de las tareas que más esfuerzo puede requerir. De ahí que sea muy importante el desarrollo de formación continua en este ámbito, para poder conocer a fondo las diferentes aplicaciones que mejor se pueden adaptar a nuestras necesidades específicas. Y, de ese modo, aprovechar este tipo de formación para el desarrollo de algunos de estos productos.

En la mayor parte de las rubricas presento cierto grado de control. No obstante, me interesa mucho poder progresar en todas ellas para poder trabajar con mayor eficiencia, con el objetivo de desenvolverme con mayor solvencia.

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